domingo, 23 de mayo de 2010

A mi misma, sobreviviente del pasado


Y me arrodillé ante ti
Oh esencia que vive en mi alma
Porque aun cuando nos embistió la miseria
Desdicha enloquecida
Hierro gélido atravesando músculo
Cual estocada torera,
Aun cuando nos embistió tenaz, precisa,
Dragón de azufre,
Sorbo de nada
Dejándonos el cuerpo en el suelo derramado
Purpúreo, sangrado, pululante.
Tú,
Con tu linterna de fósforo a media asta
Lograste resistir
Y fuiste guía en el cabotaje de los torturados
De la caverna a la luz
Para hacer de nuestra historia
Letra enardecida, tinta viva, naturaleza no olvidada

3 comentarios:

  1. amiga hermosos! por fa renviame este a mi correo,se me borro y deseo disfrutarlos con calma y guardarlos.Nunca dejas de sorprenderme! siempre como chiquita cuando pensabamos que parabas con los aplausos,continuabas...no pares nunca!me encanta escuchar tu voz y ahora leerte,también tus fotos,qué sigue?cariños

    ResponderEliminar
  2. Gisselle Correa de Moncada24 de mayo de 2010, 21:25

    Gallardía de la mujer!!! Aunque a veces provoca quebrarse y que alguien recoja los pedacitos y te cuide!!! Es muy actual mi comentario, siento entorpecer la esencia de fortaleza de tus palabras... Solo es algo que sieto hoy, ahorita y que esta nota que me regalas hoy me recordó que hay que ser roble... Gracias de nuevo!!!...

    ResponderEliminar
  3. "Y fuiste guía en el cabotaje de los torturados". Este verso es verdaderamente genial. Me hace pensar en el viaje la Divina Comedia. No por nada el guía de Dante es otro poeta(alma-poeta). Hay un aire de reciedumbre oculto tras esa alma a la se adora. Hermoso.

    ResponderEliminar