viernes, 21 de mayo de 2010

Con moho en las mejillas


En el revés de la claridad del día
Desde el fondo del fondo
Palmo a palmo
Disuelvo mi alma como en el pozo de una mina
Tacto mortal
Negrura de desagüe.

Quedan en la celosía
Piedras infértiles
Como tulipanes equilibristas.

Bajo el granito
Ávido
Corcel en llamas
Una voraz gota de plomo
Se cuece en mi corazón.

1 comentario:

  1. Con mi pluma muda hace muchos años, con enormes cargas de inseguridad y actividades a realizar que rellenan mis días de preocupaciones y no me dejan pensar, ahora, estupefacta, un poco extraviada, leo a un ser humano que solo he visto una vez y me enseña con sus líneas que necesito pensar, oirme, mirar dentro de mi, quizás escribir algo, como antes, poco, crudo, sin orden, solo para mi, pero letras. Letras que sustraigan lágrimas de mis ojos y liberen ansiedad de mi pecho, gracias Samantha, aunque poco te conozco, en ti reconozco algo mío perdido, sin ego y sin querer robar tu esencia, me has inspirado a buscar algo que se me ha extraviado en el día a día. En la estructura social que debemos tener, en la actividad que elegimos adolecentes, para toda la vida, creyéndonos adultos, en las palabras no se si sinceras o aprendidas que describen nuestro oficio. Hoy que tengo miles de cosas extraviadas, que el plan está borroso y fruncido, que siento botellas de lágrimas tras mis párpados, que se que todo está bien y estará mejor, que solo debo ser paciente y tratar de pensar con claridad, hoy que no entiendo nada, hoy. Hoy se que puedo, no se que y no se cuando, pero se que puedo, que solo necesito pensar claro y escoger mis palabras, abandonar la ira y refugiarme en lo que me alegra el día. Gracias una vez más por recordarme que debo desahogar mis letras...

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